martes, 17 de abril de 2007

Objeciones de conciencia

En la página 71 de LA OPINION de 17-III-07 puede leerse, “la Academia Pontificia para la Vida ha defendido la objeción de conciencia para los médicos, enfermeros, farmacéuticos, personal administrativo, jueces, parlamentarios y otros profesionales que trabajen con la tutela de la vida humana, o donde normas legislativas prevean acciones que la pongan en peligro”. Es un auténtico llamamiento a la rebelión cívica que no está justificado porque supone que en los países occidentales se legisla en contra de los derechos humanos. Es una grave acusación.
Presumiblemente las declaraciones de la Academia Pontificia serán suscritas por la Conferencia Episcopal Española que, por otra parte, ha apelado a los padres de los estudiantes para que objeten contra la asignatura en proyecto, Educación para la Ciudadanía. En los treinta y siete años que he ejercido como profesor de Educación Secundaria, ha sido opinión general de los claustros la necesidad de una asignatura que se cursaba hace unas seis décadas, Urbanidad, adaptándola naturalmente a los tiempos actuales. En ella se daban consejos para que los alumnos fueran ciudadanos educados, honestos y solidarios ¿Qué otra cosa podría ser Educación para la Ciudadanía según se desprende de su título? ¿Temen los obispos que sirva para adoctrinar a los jóvenes? Recordemos el refrán: cree el ladrón que todos son de su condición. Que no pongan la venda antes que la herida. No estaba tan vindicativa la jerarquía eclesiástica española durante la dictadura franquista, cuando el estudio de la religión católica era obligatorio en todas las etapas del sistema educativo, incluida la universitaria. ¿No les parecía que esa obligatoriedad violentaba las conciencias de los practicantes de otras religiones, o de católicos que pensaban y piensan que los centros de enseñanza no son los lugares adecuados para tales estudios?.(*) Que no me salgan con aquello del aspecto cultural de las religiones porque han influido en el arte, en la literatura, en la filosofía y la historia Ya hay especialistas en estas materias que se ocupan de ello ¿Dónde estaban los prelados españoles cuando algunos jóvenes fueron a parar a la cárcel, por objetar que su conciencia les impedía hacer el servicio militar en una época en la que era obligatorio?
¿Creen los obispos que la única moral válida es la católica? Hay una moral laica que hundiendo sus raíces en el mensaje de Jesucristo y en el pensamiento de la antigua Grecia, no tiene entre sus objetivos atacar a nadie. Se ha consolidado de forma totalmente autónoma y es tan respetable como aquella.

Francisco Bernabé Roca 18-III-07

(*) Tampoco objetaron nada cuando era obligatoria la asignatura Formación del Espíritu Nacional, impartida por profesores nombrados por el régimen franquista.

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