Hace unos días nos llegaba la mala noticia de que el cine Rex va a cerrar próximamente sus puertas. Esta sala está indisolublemente unida a la historia del cine en Murcia y cuenta con el mejor sistema de sonido que he podido apreciar en la ciudad, En ella hemos podido ver los mejores estrenos tanto del cine nacional como del extranjero. Nos llegaron las primeras películas en cinemascope, alguna de las cuales empezaba con el concierto “Rapsodia en blue” de Gershwin ejecutado por una orquesta de Hollywood, para mostrarnos las cualidades del nuevo sistema. Vimos en 3D “Los crímenes del museo de cera” de André de Toth, sistema que no prosperó. Una joven y exuberante Sara Montiel con “El último cuplé”, obligó a mantener el cine en funcionamiento todo un verano en una época en la que la falta de refrigeración impedía que las salas cerradas siguieran con su actividad. Tuvimos unos momentos para la reflexión con “El séptimo sello” y “El manantial de la doncella” de Ingman Bergman. “West Side Story” de Robert Wise y música de Leonard Bernstein nos hizo disfrutar con la evoluciones de los bailarines en un ballet dirigido por Gerome Robbins. Otras películas musicales como “Un americano en París” de Vicente Minelli y “Cantando bajo la lluvia” de Stanley Donen, las dos con Gene Kelly como bailarín imprescindible, “Desde aquel beso” y “Sombrero de copa” protagonizadas por el maestro del género Fred Astaire, la primera acompañado por la bellísima Rita Hayworth y la segunda por la no menos bella y gran bailarina Gingers Rogers, y más recientemente “Chicago” con unas increíbles y magníficas Catherine Zeta- Jons y Renée Zellwegner, pusieron un punto de felicidad en nuestras vidas.
El Cine Rex fue la sala de proyección del Cine Club del SEU, un islote de libertad junto con el Teatro Español Universitario (TEU), en una época en la que sólo se podía leer, ver el cine o el teatro, o expresar lo que permitían las autoridades “ilegalmente” constituidas. A pesar de éstas pudimos contemplar películas como “Wir wunderkinder” (“nosotros los niños del prodigio”), que ponía un contrapunto entre dos personas en las distintas etapas por las que atravesó Alemania, Una de ellas, honesta, con dificultades en todo tiempo. La otra conseguía siempre sus propósitos con artimañas en la frontera de la ley (¿de qué me sonará a mí esto?). Al final el especulador se cae por el hueco del ascensor de un edificio en obras, y la película acaba con un rótulo que reza: “no hay suficientes edificios en construcción en Alemania”, A la salida de la proyección , el alcalde de la época dijo que era una película comunista-leninista marxista...
Como en algunos años nos hemos quedando sin la mayoría de los cines históricos de la ciudad, léase: Teatro Circo Villar (subtitulado como Palacio de la Cinematografía); Cine Popular, Cine Rosi, Salón Vidal, Cine Coy, Cine Gran Vía, Cinema Iniesta (antes Cine Media Luna), Cine Coliseum, Cine Avenida, y últimamente los cines Floridablanca y tres salas de los Centrofama, le rogaría al propietario del Cine Rex que reconsiderara su decisión, Sé que cualquier actividad económica debe tener una rentabilidad razonable y no logro entender que el mejor cine de la ciudad no la tenga. Creo que se debería tener en cuenta, también, su dimensión artística. Gracias.
Francisco Bernabé Roca 27-X.06
martes, 24 de abril de 2007
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