viernes, 30 de marzo de 2012

Fleurs de nos montagnes, respectons-les


Esta es la leyenda que aparece en un cartel que compré en Grenoble (Capital de los Alpes franceses) en 1.980. Reproduce 33 fotografías de otras tantas flores que crecen salvajes, siendo respetadas en todo su ciclo vital.
El contrapunto a esta consideración por la naturaleza lo damos en España, en donde se piensa que todo lo que crece espontáneamente, o que se ha plantado en parques y jardines con los impuestos que pagamos todos, no tiene dueño y que, por tanto, se lo puede apropiar el primero que pasa. Todos somos dueños colectivos de esa vegetación, y nadie tiene derecho a privarnos de su belleza.
Las autoridades competentes deberían imitar a las de Grenoble, y hacer campañas periódicas de conservación de la naturaleza, sancionando a las personas que las infrinjan. La normativa ya existe, pero si no se hace cumplir, no sirve de nada.
Francisco Bernabé Roca 24-III-12
Carta publicada en la pág. 19 de La Opinión de Murcia el 2-IV-12.

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