jueves, 26 de enero de 2012

Prometo no morirme

¿Qué contestas si tus hijos de 6 y 4 años te preguntan: “Mamá, ¿tú te morirás algún día?”. La primera vez que me hicieron la pregunta y les dije que sí, que como todo el mundo, pero todavía faltaba mucho tiempo, rompieron a llorar con tanto desconsuelo que tuve que decirles que era una broma y que yo no me iba a morir nunca. “¿Y te vas a hacer vieja?”, “No, tampoco, porque como mucha fruta y me dais muchos besos y eso hace que no me salgan arrugas en la cara, porque la baba de los hijos es como la baba de caracol”. Se han quedado conformes. A diario me hacen la pregunta y yo sigo manteniendo mi firme promesa de no morirme y que dentro de cien años seguiremos juntos, en la misma casa y yo cuidándolos a ellos y a sus hijos. No sé cómo me las voy a apañar, pero a mi pequeño le he prometido que cuando sea mayor y trabaje de policía yo iré de paquete en la moto llevando las meriendas y ayudándole a atrapar a los malos, y al mayor lo tengo que acompañar cuando dé conciertos por todo el mundo, él cantando y yo a la guitarra. Una promesa es una promesa. A lo mejor algún psicólogo pone el grito en el cielo si se entera de que les he dicho que soy inmortal, pero yo creo que es lo mejor porque confío en que cuando yo desaparezca ellos no me necesiten. Mientras tanto, prefiero mentir.


Publicado por Olimpia Navarro en la pág 2 de LA OPINIÓN DE MURCIA, el miércoles 25-I-12.


Creo que el artículo denota la ternura con la que la autora trata a sus hijos que aleja cualquier sospecha de mentirles.

3 comentarios:

anonimo dijo...

Muy bonito, me ha llegado al corazón.

anonimo dijo...

mis hijas también me ha preguntado por lo mismo y no he sabido que decirles. Ahora tengo una buena respuesta. Gracias

anonimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.