jueves, 27 de enero de 2011

Los leísmos que nunca se fueron

Página 32 de este periódico, sábado 22-I-11. En un artículo titulado. Dimite el jefe de prensa de Cameron por escuchas ilegales a políticos, se dice: “Al Johnson, de 60 años, deja la política al saber que su esposa, Laura, de 47, llevaba años engañándole”. Lo correcto sería terminar el párrafo en la siguiente forma: “...llevaba años engañándolo”, porque en la primera redacción se ha cometido una falta de leísmo.
Hace algunos años –cuatro o cinco- vi publicadas en esta misma sección varias cartas sobre el mismo asunto, entre otras: El leísmo que no cesa, Vuelven los leísmos, Comas y leísmos. Desde entonces, el mismo error se ha ido repitiendo en algunos artículos con más frecuencia de la que sería deseable; pero me he estado absteniendo de señalarlos por no hacerme omnipresente, hasta que ha llegado un momento en el que he sentido la necesidad de hacerlo.
Sugerencia: denle a algún redactor el nombramiento de Corrector de Leísmos; eso sí, con un sobresueldo por el esfuerzo que tendría que realizar. Todos saldríamos ganando.

Francisco Bernabé Roca 22-I-11
Carta publicada en la pág. 10 de La Opinión de Murcia, el jueves 27-I-11

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