lunes, 13 de diciembre de 2010

La salvajada de los controladores aéreos

La acción acometida recientemente por los controladores aéreos no la podemos calificar como huelga, porque la huelga es un derecho conquistado por los trabajadores que ha costado mucho sufrimiento, cárcel e incluso muertes. Es un derecho regulado por las leyes oportunas aprobadas en el Parlamento, que tiene ciertas servidumbres como no recibir salario cada día no trabajado. Ellos, con alegar unas sospechosas enfermedades colectivas, han querido jugar con ventaja, incurriendo probablemente en fraude de ley. Serán los jueces los que determinen las responsabilidades en las que pudieran haber incurrido.

Para poner freno al caos derivado del abandono del servicio de los controladores, el gobierno de la nación decretó el estado de alarma y posteriormente ha comparecido en el Congreso de los Diputados para explicar la oportunidad de la medida. Después de la intervención del Presidente del gobierno, Rajoy condenó duramente la postura de los controladores –no era para menos- pero a continuación se permitió el siguiente chascarrillo: “el Ministro de Fomento es un inútil y un caradura”. Aplausos de los suyos y protestas airadas de la bancada socialista. Continúa: “esto lo dijo el Sr. Pérez Rubalcaba de un ministro de fomento popular; yo no digo estas cosas”. ¡Alma bendita! ¿Qué clase de juego de palabras es éste? Frivolidades las justas, que se estaba debatiendo un problema muy serio.

En algo se parecen los controladores y Rajoy: tiran la piedra y esconden la mano.

Francisco Bernabé Roca 9-XII-10
Publicada en la pág 29 de La Verdad de Murcia de 16-XII-10

No hay comentarios: