Al sanear una charca, aparecen
en el fango seres dañinos
para nuestra salud que demuestran
la necesidad de esa
limpieza. En modo parecido, la
reformada ley antitabaquismo
está revelando su necesidad,
al revolverse indignada esa pequeña
pero muy dañina minoría
de fumadores que no sólo
va a poder seguir dañando su
propia salud con toda libertad,
sino que pretende seguir dañando
también la salud del
prójimo. Así el energúmeno
que tuvo que ser detenido por
agredir a quienes le advirtieron
que no podía fumar en un
hospital. O el que hirió al dueño
de un bar extremeño que
le recordó que allí no podía fumar.
Oel propietario de un restaurante
marbellí que vocea
que quiere emigrar porque en
España ya no hay libertad. En
efecto, ya no se puedemaltratar
como antes a su perro, a su
mujer, ni a su cliente. ¡Buen viaje
y pobre del país que lo reciba!
Martín Sagrera.
Carta publicada en la pág. 17 de 20 minutos, el lunes 10-I-11
lunes, 10 de enero de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario