Definición de leísmo, dada por la Real Academia Española de la Lengua: Empleo de la forma le y, con menos frecuencia les, de él en el acusativo masculino singular o plural cuando el pronombre representa a personas.
Desde hace algunos años, en estas mismas páginas, he visto publicadas varias cartas mías sobre el uso de una falta muy común, el leísmo, entre ellas: La invasión de los leísmos, El leísmo que no cesa, y Comas y leísmos. En todas comenté algunas de estas incorrecciones que señala la RAE, cometidas en este periódico. Como el error se viene cometiendo con harta frecuencia –y no sólamente en este medio- mención aparte merecerían los laísmos, me permito señalar tres seguidos que pudimos observar en la pág. 16 de La Opinión de Murcia, el sábado, día 30 de octubre. Rosa Peñalver, del Ministerio de Educación, en su a modo de agenda semanal, describiendo las instrucciones que para torturar reciben las tropas británicas y estadounidenses, anota: “…la asfixia, no dejarles dormir, mantenerles desnudos, desorientarles, provocarles miedo…”. Todas las palabras con terminaciones –les se escriben correctamente con terminaciones –los, excepto la última –provocarles- que está bien escrita.
Claro, que todo esto pasa a segundo plano cuando los paladines de la Civilización Occidental, Reino Unido y Estados Unidos, muestran tan poco respeto por los derechos humanos más elementales.
Pero, por favor, no más leísmos.
Francisco Bernabé Roca 4-XI-10
Desde hace algunos años, en estas mismas páginas, he visto publicadas varias cartas mías sobre el uso de una falta muy común, el leísmo, entre ellas: La invasión de los leísmos, El leísmo que no cesa, y Comas y leísmos. En todas comenté algunas de estas incorrecciones que señala la RAE, cometidas en este periódico. Como el error se viene cometiendo con harta frecuencia –y no sólamente en este medio- mención aparte merecerían los laísmos, me permito señalar tres seguidos que pudimos observar en la pág. 16 de La Opinión de Murcia, el sábado, día 30 de octubre. Rosa Peñalver, del Ministerio de Educación, en su a modo de agenda semanal, describiendo las instrucciones que para torturar reciben las tropas británicas y estadounidenses, anota: “…la asfixia, no dejarles dormir, mantenerles desnudos, desorientarles, provocarles miedo…”. Todas las palabras con terminaciones –les se escriben correctamente con terminaciones –los, excepto la última –provocarles- que está bien escrita.
Claro, que todo esto pasa a segundo plano cuando los paladines de la Civilización Occidental, Reino Unido y Estados Unidos, muestran tan poco respeto por los derechos humanos más elementales.
Pero, por favor, no más leísmos.
Francisco Bernabé Roca 4-XI-10
Publicada en lapág. 9 de La Opinión de Murcia, el 12-XI-10
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