Hoy es un día histórico. Ustedes aún no lo saben, pero, en estos momentos, se está celebrando la primera Cumbre del Macho Ibérico de la humanidad. Se trata de un encuentro de primer orden en la esfera política y cultural internacional que sentará las bases de una nueva era en la que la supremacía del macho ibérico quedará regulada en el primer documento oficial, que velará por la supervivencia de esta raza en peligro de extinción.
Tras una ardua deliberación, el lobby del colectivo machuno ha elegido a cuatro representantes cuyos cojones harían temblar de miedo al mismísimo Chuck Norris. De un lado, los ideólogos políticos del movimiento: el excelentísimo alcalde de Valladolid, don Javier León de la Riva y el diputado por el PSOE en el Congreso y ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra. De otro lado, la ilustre esfera cultural patria: el doctor en Letras, contertulio y periodista de Telemadrid, Fernando Sánchez Dragó, y el ex reportero de guerra, escritor y académico de la Real Academia de la Lengua Arturo Pérez Reverte.
Ideologías enfrentadas bajo un denominador común: la patanería de pelo en pecho, es decir, el toma y daca de la testosterona venida a menos por la pitopausia. La sesión la abre el alcalde de Valladolid:
LEÓN DE LA RIVA: Venga, coño, vamos al lío, que esto lo cerramos hoy. No quiero mariconadas de última hora.
GUERRA: Usted lo que quiere es meterla en caliente, cabrón. Pero ya sabe que estos dos se la cogen con papel de fumar.
PÉREZ REVERTE: Joder, don Alfonso. ¿Es que su señora no le ha dado una alegría esta mañana? Mire que antes de cerrar esta clase de acuerdos uno tiene que venir aliviado de casa. Si no, no hay manera.
GUERRA: No me toque los huevos, don Arturo, que lo mismo, cuando terminemos, me paso por su casa.
SÁNCHEZ DRAGÓ: Caballeros, lo que está claro es que no vamos a tragar. El lobby feminista va por ahí calentando al personal y nos la quiere meter doblada… Y para huevos, los nuestros, ¡joder!
LEÓN DE LA RIVA: Ya lo que clama al cielo es lo de la ministra de Sanidad y Política Social, la Leire Pajín, ¿verdad? que es una chica preparadísima, hábil, discreta… que va repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y que va a ser la alegría de la huerta. Yo tengo que decir que cada vez que la veo la cara (sic) y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí.
SÁNCHEZ DRAGÓ: ´Chica´, ´discreta´, ´condones´, ´morritos´... Por el campo semántico, se diría que frecuenta los anuncios de contactos ¿eh, bribón? ¡Está usted hecho un picha brava!
PÉREZ REVERTE: Si es que apenas quedan mujeres como las de antes. Ahora sólo se ven focas desechos de tienta que pasan junto a nosotros vestidas con pantalón pirata, lorzas al aire y camiseta sudada. Caminan arqueando las piernas, toc, toc, con tan poca gracia que es como para, piadosamente —¿acaso no se mata a los caballos?—, abatirlas de un escopetazo. ¿Dónde están esas tordas espectaculares con zapatos de aguja, cintura ceñida, curva de caderas y falda de tubo ajustada hasta las rodillas? Antes, hasta las niñas, en el recreo, se recogían con una mano la falda del babi y procuraban caminar con ese suave contoneo.
SÁNCHEZ DRAGÓ: No me hable de menores, que me pongo palote... ¡Je, je! Por favor, no me malinterpreten, que estoy de cachondeo. Sin embargo, en Tokio, un día, me topé con unas lolitas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas: con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, mini falta… Tendrían unos 13 años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al wáter, la otra se me trajinaba.
GUERRA: Calle, calle, que como le oiga el lobby feminista, se nos caen los pantalones. A mí sólo se me ocurrió referirme a Trinidad Jiménez como ´la señorita Trini´ y menuda me liaron. Y todo porque a Tomás Gómez lo llamé ´señor Gómez´. Lo de ´Trini´ era un diminutivo cariñoso, por la confianza, ya sabe… como el que emplea un padre con su niñita. ¿Qué querían? ¿Que llamara al candidato a la alcaldía madrileña ´señorito Tomasín´?
LEÓN DE LA RIVA: Ya ve, si es que esto de la paridad es una parida.
PÉREZ REVERTE: Y encima, ese ministro que se va llorando como un perfecto mierda cual nenaza premenstrual. ¿Es que no sabe que la valentía es lo propio del hombre y la sensibilidad un vicio femenino? ¡Coño, menuda perla filosófica! ¡Directa al Twitter!
GUERRA: Bueno, yo creo que la cumbre ha sido un éxito sin precedentes. Hemos cumplido como sementales.
SÁNCHEZ DRAGÓ: Sin duda. Mis felicitaciones, caballeros. Han negociado ustedes como putas viejas.
PÉREZ REVERTE: Señores, señores, por favor. No empecemos a chuparnos las pollas todavía. Pasemos todas las conclusiones extraídas en este histórico encuentro al acta de sesiones y vayamos a tomarnos unas cañitas. Y rapidito, que a las siete tengo reunión en la RAE.
Tras una ardua deliberación, el lobby del colectivo machuno ha elegido a cuatro representantes cuyos cojones harían temblar de miedo al mismísimo Chuck Norris. De un lado, los ideólogos políticos del movimiento: el excelentísimo alcalde de Valladolid, don Javier León de la Riva y el diputado por el PSOE en el Congreso y ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra. De otro lado, la ilustre esfera cultural patria: el doctor en Letras, contertulio y periodista de Telemadrid, Fernando Sánchez Dragó, y el ex reportero de guerra, escritor y académico de la Real Academia de la Lengua Arturo Pérez Reverte.
Ideologías enfrentadas bajo un denominador común: la patanería de pelo en pecho, es decir, el toma y daca de la testosterona venida a menos por la pitopausia. La sesión la abre el alcalde de Valladolid:
LEÓN DE LA RIVA: Venga, coño, vamos al lío, que esto lo cerramos hoy. No quiero mariconadas de última hora.
GUERRA: Usted lo que quiere es meterla en caliente, cabrón. Pero ya sabe que estos dos se la cogen con papel de fumar.
PÉREZ REVERTE: Joder, don Alfonso. ¿Es que su señora no le ha dado una alegría esta mañana? Mire que antes de cerrar esta clase de acuerdos uno tiene que venir aliviado de casa. Si no, no hay manera.
GUERRA: No me toque los huevos, don Arturo, que lo mismo, cuando terminemos, me paso por su casa.
SÁNCHEZ DRAGÓ: Caballeros, lo que está claro es que no vamos a tragar. El lobby feminista va por ahí calentando al personal y nos la quiere meter doblada… Y para huevos, los nuestros, ¡joder!
LEÓN DE LA RIVA: Ya lo que clama al cielo es lo de la ministra de Sanidad y Política Social, la Leire Pajín, ¿verdad? que es una chica preparadísima, hábil, discreta… que va repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y que va a ser la alegría de la huerta. Yo tengo que decir que cada vez que la veo la cara (sic) y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a contar aquí.
SÁNCHEZ DRAGÓ: ´Chica´, ´discreta´, ´condones´, ´morritos´... Por el campo semántico, se diría que frecuenta los anuncios de contactos ¿eh, bribón? ¡Está usted hecho un picha brava!
PÉREZ REVERTE: Si es que apenas quedan mujeres como las de antes. Ahora sólo se ven focas desechos de tienta que pasan junto a nosotros vestidas con pantalón pirata, lorzas al aire y camiseta sudada. Caminan arqueando las piernas, toc, toc, con tan poca gracia que es como para, piadosamente —¿acaso no se mata a los caballos?—, abatirlas de un escopetazo. ¿Dónde están esas tordas espectaculares con zapatos de aguja, cintura ceñida, curva de caderas y falda de tubo ajustada hasta las rodillas? Antes, hasta las niñas, en el recreo, se recogían con una mano la falda del babi y procuraban caminar con ese suave contoneo.
SÁNCHEZ DRAGÓ: No me hable de menores, que me pongo palote... ¡Je, je! Por favor, no me malinterpreten, que estoy de cachondeo. Sin embargo, en Tokio, un día, me topé con unas lolitas, pero no eran unas lolitas cualesquiera, sino de esas que se visten como zorritas: con los labios pintados, carmín, rímel, tacones, mini falta… Tendrían unos 13 años. Subí con ellas y las muy putas se pusieron a turnarse. Mientras una se iba al wáter, la otra se me trajinaba.
GUERRA: Calle, calle, que como le oiga el lobby feminista, se nos caen los pantalones. A mí sólo se me ocurrió referirme a Trinidad Jiménez como ´la señorita Trini´ y menuda me liaron. Y todo porque a Tomás Gómez lo llamé ´señor Gómez´. Lo de ´Trini´ era un diminutivo cariñoso, por la confianza, ya sabe… como el que emplea un padre con su niñita. ¿Qué querían? ¿Que llamara al candidato a la alcaldía madrileña ´señorito Tomasín´?
LEÓN DE LA RIVA: Ya ve, si es que esto de la paridad es una parida.
PÉREZ REVERTE: Y encima, ese ministro que se va llorando como un perfecto mierda cual nenaza premenstrual. ¿Es que no sabe que la valentía es lo propio del hombre y la sensibilidad un vicio femenino? ¡Coño, menuda perla filosófica! ¡Directa al Twitter!
GUERRA: Bueno, yo creo que la cumbre ha sido un éxito sin precedentes. Hemos cumplido como sementales.
SÁNCHEZ DRAGÓ: Sin duda. Mis felicitaciones, caballeros. Han negociado ustedes como putas viejas.
PÉREZ REVERTE: Señores, señores, por favor. No empecemos a chuparnos las pollas todavía. Pasemos todas las conclusiones extraídas en este histórico encuentro al acta de sesiones y vayamos a tomarnos unas cañitas. Y rapidito, que a las siete tengo reunión en la RAE.
Gema Panalés Lorca, periodista de La Opinión de Murcia.
Publicado en La Opinión de Murcia, el 1-XI-10.
1 comentario:
AQUELLOS ARTÍCULOS EN DONDE APARECEN PALABRAS SOECES ME PARECEN DE UNA VULGARIDAD FUERA DE LO COMÚN
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