En algunas ocasiones he alabado los artículos que diariamente se publican en la segunda página de este periódico, (*) con el título general de BUENOS DÍAS – si ingeniosos y breves, dos veces buenos- Permítaseme la paráfrasis.
Naturalmente, llega el momento en el que tengo que diferir de alguno, y lo hago, En el artículo de ayer sábado 16 de abril - Paritaria, cremallera…-Manuel G. Tallón- cuestiona las listas paritarias con el razonamiento: “¿Por qué tiene que haber tantos concejales como concejalas?” “Siempre he pensado que tienen que representarnos personas válidas y bien preparadas”. Argumento este último con el que estoy absolutamente de acuerdo, pero con las listas paritarias no creo que disminuya la calidad de los componentes de las mismas. En todos los partidos hay personas suficientemente competentes para conjurar el peligro de que se cuelen candidatos incapaces ¿o ese problema, por otras circunstancias, no existe sin la paridad?
No es preciso que yo descubra la discriminación que han sufrido las mujeres en los puestos de decisión a lo largo de la historia, exclusión paliada actualmente pero no desaparecida. Si no se avanza hacia las listas paritarias, en muchos casos –con independencia de su capacidad- se verían relegadas a los últimos puestos de las listas. Cuando tengamos una sociedad realmente justa, no tendremos la necesidad de plantearnos estas cuestiones. La incorporación de las mujeres a la política, no se debe ver como un inconveniente, ni siquiera como algo neutro, sino como algo beneficioso para la sociedad.
Acaba el periodista su artículo, diciendo: “Tal vez tendríamos que plantear que hubiese tantas rubias como morenas, o tantos de pelo corto como con media melena” -se olvida de las pelirrojas y de los de pelo largo- Es una boutade de tal calibre que me limito a señalarla.
Naturalmente, llega el momento en el que tengo que diferir de alguno, y lo hago, En el artículo de ayer sábado 16 de abril - Paritaria, cremallera…-Manuel G. Tallón- cuestiona las listas paritarias con el razonamiento: “¿Por qué tiene que haber tantos concejales como concejalas?” “Siempre he pensado que tienen que representarnos personas válidas y bien preparadas”. Argumento este último con el que estoy absolutamente de acuerdo, pero con las listas paritarias no creo que disminuya la calidad de los componentes de las mismas. En todos los partidos hay personas suficientemente competentes para conjurar el peligro de que se cuelen candidatos incapaces ¿o ese problema, por otras circunstancias, no existe sin la paridad?
No es preciso que yo descubra la discriminación que han sufrido las mujeres en los puestos de decisión a lo largo de la historia, exclusión paliada actualmente pero no desaparecida. Si no se avanza hacia las listas paritarias, en muchos casos –con independencia de su capacidad- se verían relegadas a los últimos puestos de las listas. Cuando tengamos una sociedad realmente justa, no tendremos la necesidad de plantearnos estas cuestiones. La incorporación de las mujeres a la política, no se debe ver como un inconveniente, ni siquiera como algo neutro, sino como algo beneficioso para la sociedad.
Acaba el periodista su artículo, diciendo: “Tal vez tendríamos que plantear que hubiese tantas rubias como morenas, o tantos de pelo corto como con media melena” -se olvida de las pelirrojas y de los de pelo largo- Es una boutade de tal calibre que me limito a señalarla.
Francisco Bernabé Roca 17-IV-11
(*) Carta publicada hoy en la pág. 20 de La Opinión de Murcia. Tambien se ha publicado, modificada, el lunes 25 en la pág. 23 de La Verdad de Murcia.
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