Rouco debe dejar de preocuparse, porque el fragmento “deja de preocuparte y disfruta de la vida” no va dirigido a los creyentes, ni siquiera a los ateos, sino a los que dudan, que lo recibirán como crean conveniente. Debiera tomárselo como lo ha hecho alguna persona: “Yo, con tal que de que el autobús me lleva a casa…”
Me temo que la próxima vez que este señor conozca de algo que no le guste, concitará contra sus autores a todas la jerarquías de ángeles que según la Historia Sagrada que se estudiaba en los años 40 y 50, se contaban por miríadas de miríadas de miríadas–Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Virtudes, Potestades, Principados, Arcángeles y Ángeles-con sus flamígeras espadas. Por cierto, ¿se estudian cosas como estas en los textos de Religión Católica?.
Francisco Bernabé Roca 26-I-09