Las hojas del acanto, largas y rizadas, sirvieron a los griegos de adorno para sus trajes, los muebles y los utensilios.Virgilio nos describe el vestido de la bella princesa Helena bordado en relieve en forma de hojas de acanto.Esta planta entró en la historia sirviendo de motivo para el capitel corintio.Según la leyenda, había muerto la joven hija del arquitecto griego Calímaco. Este colocó sobre la tumba de la muchacha, encima de una planta de acanto, un canastillo de flores, y lo cubrió con una teja. En la Primavera siguiente, la planta se abrió camino redoblando sus esfuerzos por crecer, y sus hojas abrazaron el canastillo, se encorvaron y se cerraron hacia los extremos. Al pasar por el sepulcro, Calímaco se quedó maravillado ante aquella decoración campestre del acanto y la armonía y belleza del conjunto le inspiraron para crear el capitel de la columna corintia, correspondiendo al cesto el cuello de la columna que se pierde en las hojas y la teja, a la baldosa. La flor del acanto es el emblema de las Bellas Artes.
Luis Ortiz de Zárate
http://www.federacionacanto.org/historia/
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