He tenido ocasión de dar mi opinión sobre la presencia de crucifijos en las aulas de los colegios públicos, por lo que tiene de imposición la presencia de un simbolo religioso determinado con carater permanente a estudiantes de otras creencias, o a los que no tienen ninguna de este tipo. Y no se me diga que en lo más profundo de su ser, ninguna persona puede ser agnóstico o ateo, porque esa cantinela ya me la conozco. Pero hay quién pretende que llegadas esta fechas, tampoco se monten belenes en los colegios públicos. Sería un gran error porque el belén trasciende lo puramente religioso, y es un elemento cohesionador, en tanto que celebración y fiesta , entre todos los alumnos de un centro de enseñanza. Es más, las Autoridades Académicas debieran animar a los estudiantes de otros credos y culturas, a dar a conocer sus fiestas y celebraciones a sus compañeros y profesores. Contribuirían a la cohesión de la que hablamos, y aportarían un pequeño grano de arena a la Alianza de Civilizaciones. Suena utópico ¿no? pero la Historia nos enseña que algunas realidades de hoy son la utopias de ayer. Salvo mejor opinión.
Francisco Bernabé Roca 16-XII-09
Francisco Bernabé Roca 16-XII-09
Publicado en la pág. 30 de La Opinón de Murcia de 20-XII-09, y en la pág. 33 de La Verdad de Murcia de 22-XII-09.
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