Supongo
que cuando en la antigua Roma decidieroon suspender las luchas de gladiadores,
los defensores de tan cruel como arraigado festejo aducirían en su defensa que
eran tradicioes del pueblo.Es mismo argumento que utilizan los defensores de la
corridas de toros y otras barbaras fiestas, como el Toro de la Vega o el Toro
Embolao, en las que algunas personas se divierten con el sufrimento de los
animales ¿cómo es posible?
Por
favor que no se argumente con el valor estético o literario de una corrida
porque hay una escala de valores en la que llamada fiesta nacional quedaría
relegada a los últimos puestos.
Francisco
Bernabé Roca .25-IV-12
Carta publicada en la pag. 18 de La Opinión de Murcia, el viernes, 26-IV-12